EMPRESAS DE LA ZONA
FRANCA DE SAN MARCOS SE NIEGAN A PAGAR SALARIOS Y SUSPENDEN CONTRATOS DE
TRABAJOS DE MILES DE TRABAJADORAS Y TRABAJADORES DE MAQUILA
De la manera más enérgica queremos denunciar que las empresas
F&D S.A de C.V y Hermano Textil S.A de C.V, de la Zona Franca de San
Marcos, donde laboran alrededor de 1,200 personas han anunciado que van a
suspender el pago de salario hasta que la situación actual de emergencia por COVID-19 termine.
Por su parte la empresa Apple Tree El Salvador S.A de C.V,
también de la Zona Franca de San Marcos, donde laboran entre 800 y 900 personas,
ha girado un comunicado en el que expresa lo siguiente: “nos vemos obligados a notificarles que desde el día 19 de marzo de
2020 hasta que la cuarentena termine o hasta que la empresa pueda volver a
operar con normalidad han quedado
SUSPENDIDOS LOS CONTRATOS DE TRABAJO según el art. 36, numeral 1. Y el
art. 38 numeral 1 del Código de Trabajo,
de forma automática”.
“estas medidas que
estamos anunciando este día, son las que nos van a permitir seguir teniendo un
futuro, que esperamos sean muy cercano, y para lo cual debemos trabajar juntos,
ya que de lo contrario tendríamos que
desaparecer, es decir cerrar nuestra empresa”.
Ante esta situación las organizaciones: Sindicato Salvadoreño
de Industrias Textiles y Similares-SSINT; Sindicato de la Industria Textil,
Similares y Conexos de El Salvador-SITSCES; Coordinadora Sindical
Salvadoreña-CSS; Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos-ILPS (El
Salvador); Federación Sindical Mundial-FSM (El Salvador) manifestamos lo
siguiente:
1) Que el Ministro de Trabajo ha expresado: "Para
los empresarios grandes; este es el momento para ser solidarios (…) y para los
trabajadores; no vamos a permitir
despidos"; y también, que "Las
empresas grandes son las que más deben responder a sus trabajadores, los empleadores deben cumplir la garantía
de la estabilidad laboral que está contemplada en los decretos
establecidos". "No vamos a permitir que los
empleadores se aprovechen de esta emergencia y que se pase sobre los derechos
de los trabajadores”.
Eso que ha expresado el ministro de trabajo no se ha cumplido
a cabalidad ya que desde un inicio en la Zona Franca de San Marcos, las
empresas como Apple Tree se resistieron a acatar el mandato de suspender
operaciones y fue gracias a la presión de los sindicatos SSINT y SITSCES en
conjunto con la Policía Nacional Civil quienes obligaron a los empresarios a
paralizar la fábrica.
De igual forma, en la exigencia del pago de salarios de la
última catorcena (previo y durante la declaratoria de la cuarentena domiciliar
obligatoria) para todas las trabajadoras y trabajadores de las empresas F&D
y Hermano Textil; fue por medio de la presión, que se logró que el empresario
pagara los días laborados. No hubo intervención oportuna y contundente del
Ministerio de Trabajo a pesar de la infinidad de denuncias que se hicieron, a
excepción de la visita de una persona delegada de dicho ministerio que
solamente llego a tomar nota. Esto fue un caso grave ya que las trabajadoras y
trabajadores tuvieron que exponer su salud ante el riesgo de contagio de
COVID-19 al salir de sus casas y protestar exigiendo el pago de sus salarios
retenidos injustamente por parte de la patronal.
2) Que la situación de la clase trabajadora del rubro de
maquila y de la gran parte del sector privado se empeora cada día que pasa ya
que el único ingreso económico que han recibido es por los días laborados.
A partir del 19 de marzo, fecha en que da inicio la
cuarentena domiciliar obligatoria las patronales no han pagado salarios ni
otras prestaciones de ley. Con respecto a eso todavía se discute en la Asamblea
Legislativa el artículo 5, del decreto 593 y se tiran la pelota sobre quién
debe pagar esos salarios de los trabajadores en cuarentena.
Mientras eso se discute, las casi 75 mil familias de las
trabajadoras y trabajadores de maquila están pasando hambre y subsistiendo como
sea en medio este difícil momento que enfrenta el país.
Es de resaltar que del sector formal nadie podía salir
beneficiado con el bono de $300.00 ofrecido por el gobierno, por tanto, con el
único ingreso que cuentan es con su salario.
Esta situación critica que se enfrenta pone en la cuerda floja a las
familias ya que mientras no haya una solución concreta las opciones que le
quedan a la clase trabajadoras son: “o
nos morimos por el coronavirus o nos mata el hambre”. También, agregado a
todo eso, está en peligro las estabilidad laboral debido a que no hay garantías
que al terminar la emergencia las empresas mantengan los puestos de trabajo.
3) Que la situación irregular que actualmente se enfrenta
debido a la emergencia nacional no debe ser motivo para limitar los derechos
laborales de miles de trabajadoras y trabajadores, por el contrario se debe
actuar de tal manera que la clase trabajadora no sea impactada negativamente,
es decir que no se tiene que permitir, por parte de las autoridades del
gobierno, que las patronales quieran realizar despidos masivos y disminuir
salarios ya que esto golpea a alrededor de 74,000 personas, el 59% son mujeres
(según Encuesta CAMTEX, 2017)
4) Que los empresarios textiles no pueden decir que no tienen
los recursos suficientes para cumplir con el pago de planillas. En el 2018, las
ventas en este rubro incrementaron 79.2 millones de dólares, con un total de
2,696.3 millones de dólares. La diversificación en la industria textil ha
llevado al sector a incrementar el valor de las exportaciones en 301.7 millones
de dólares en los últimos cinco años.
(https://www.elsalvador.com/noticias/negocios/la-industria-textil-y-de-la-confeccion-evoluciona-al-ritmo-de-la-moda/584630/2019/).
Este rubro representa el 46% del total de las exportaciones del país. La Red
Centroamericana de Justicia Fiscal señala que los incentivos fiscales en El
Salvador para la industria textil equivalen al 5 por ciento del Producto
Interno Bruto (PIB), es decir que el país deja de percibir 1,200 millones de dólares
al año. La industria textil y de confección ha crecido a junio de 2018 entre el
3.5% y el 4 % y la tendencia no ha variado mucho a la fecha.
(https://www.camtex.com.sv/site/el-salvador-industria-textil-espera-crecer-mas-del-3-5-al-cierre-de-este-ano/).
Por tanto ante esta situación de emergencia exigimos:
a) Que se pague el salario a todas las trabajadoras y
trabajadores de las maquilas
b) Que las marcas Hens, Adidas, Delta, Norfy, Sofy, Dallas,
A4, Academy, Gilda, entre otras, que son para quienes se produce en las zonas
francas de nuestro país, otorguen un salario extra de 125% para todas las
trabajadoras y trabajares de maquilas, como ya se ha hecho en años anteriores.
Esto aliviaría el peso de la crisis que enfrentan las familias a raíz del
impacto del alto costo de la vida que en estos momentos enfrentamos en el país
causado por el COVID-19 y la emergencia nacional, ya que el salario de $295.20,
pagados catorcenalmente (es decir que se recibe un salario de 28 días) y sin incluir descuentos de ISSS y AFPs es
insuficiente para sobrellevar la emergencia y todas las consecuencias que se
están originando y que golpean el bolsillo de cada trabajadora y trabajador.
c) Para
garantizar la no propagación del
virus, las medias
de contención como la
cuarentena domiciliar obligatoria,
todas las familias deben tener lo mínimo para
sobrevivir. La salud y la vida de la
clase trabajadora y del pueblo en general son prioridad, cada día que
pasa los hogares salvadoreños están
sintiendo angustia al ver
afectada la economía , cada vez alcanza
menos para comprar
tortillas, huevos, arroz, frijoles y otras insumos de la canasta básica.
El 60℅ de la población económicamente activa
del país trabaja por
cuenta propia o esta
por contratos temporales. Y muchas de ellas todavía no han sido beneficiadas
con el bono de $300.00 ofrecidos por el gobierno.
Quedarse en casa es un llamado que están haciendo
todos los gobiernos como medida para contener la propagación del
COVID-19 sin embargo, esta medida
tiene que estar acompañada con un plan que garantice
por lo menos el sustento diario para las
familias que nos encontramos en
cuarentena domiciliar obligatoria.
El gobierno no debe continuar utilizando el terror y
manejando la pandemia de manera
apocalíptica, la pandemia se
podrá contener y
enfrentar con medidas sanitarias efectivas y con el reforzamiento del
sistema público de
salud dotando de equipo,
personal y medicamento necesario para
enfrentar la pandemia y de igual forma con una campaña de
educación en salud
en la verdaderamente se explique
la magnitud real y
el impacto que
podría tener el virus
y como la
población de manera consciente puede contribuir o participar para
prevenir un estado de calamidad.
¡Que la crisis la paguen los ricos!
¡Construyamos poder popular!
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