A finales del año 1996, se aprueba la Ley del Sistema de Ahorro para Pensiones, esta ley da vida a las Administradoras de los Fondos de Pensiones, que desde 1998 hasta la actualidad se mantienen vigentes. La privatización del sistema público de pensiones correspondió directamente con la implementación de los Programas de Ajuste Estructural neoliberales impuestos por los organismos financieros internaciones, principalmente el Fondo Monetario Internacional. A partir de este hecho, la previsión social se convierte en un criminal y lucrativo negocio para los dueños de las AFP´s y también para los gobiernos de turno.
Según los
datos de la Superintendencia del Sistema Financiero para el año 2017, las AFPs
habían ganado $1,748.2 millones (desde la privatización del sistema en 1998),
esto nada más en concepto de comisión por administración, desglosado de otra
manera, de cada $100 que ingresa de dinero para el sistema de pensiones, $29 se
lo quedan las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) repartidos entre la
comisión que cobran por administrar el recurso y la prima del seguro de
incapacidad y sobrevivencia.
En el 2016, a
presión del Fondo Monetario Internacional se da inicio la discusión para
reformar el sistema de pensiones y ese organismo “recomienda” que se incremente la edad de jubilación y la tasa de
cotización”. Esto con el objetivo de resolver la enorme crisis fiscal que
enfrenta el gobierno.
Desde los
diferentes sectores se da inicio a un proceso de debate o intento de debate
sobre la reforma del sistema de pensiones, la clase trabajadora no fue
escuchada ni tomada en cuenta. El debate se centró entre políticos,
economistas, la empresa privada, los dueños de las Administradoras de los
Fondos de Pensiones (AFPs) y “tanques de pensamiento”, excluyendo a los trabajadores
y a las trabajadoras cotizantes, dueños de esos fondos.
Las
discusiones se hicieron desde un principio con una perspectiva
fiscal-mercantilista y nunca desde el punto de vista del derecho a una
previsión social digna. Lo que culmino que en un “abrir y cerrar de ojos” se
aprobara en el 2017 por parte de la Asamblea Legislativa una reforma que acabo
por golpear aún más a la clase trabajadora. Ya que de 13% se subió a 15% la
tasa de cotización, (7.25% aporte del trabajador y 7.75% patrón). La pensión se
sacará de dividir lo que se tiene ahorrado, entre 20 años de expectativa de
vida. Se creó una cuenta de Garantía Solidaria, allí irá el equivalente al 5 %
del salario. Esta servirá para mantener la pensión aun cuando se haya terminado
el ahorro, y para pagar las pensiones mínimas y las pensiones del ISSS y del
INPEP, lo que le va a quitar una carga al Estado. En otras palabras la deuda
previsional que tenía el Estado a consecuencia de la privatización del sistema
de pensiones ahora se pagara de lo que le roban al trabajador en esa cuenta
“solidaria”. Por otro lado la edad de jubilación se mantiene de 55 años para
las mujeres y 60 para hombres pero se revisara cada cinco años.
Por nuestra
parte como Coordinadora Sindical Salvadoreña propusimos y continuamos luchando
por la creación del Instituto Autónomo de Previsión Social (IAPS)
En dicho instituto, la clase trabajadora podrá formar parte de la administración de los fondos de pensiones; y se acabara de una vez por todas con el actual sistema privado que únicamente ha beneficiado a los dueños de las Administradoras de los Fondos de Pensiones que año con año engordan sus ganancias con sumas de hasta $110, 638,518 o más en concepto de comisión por administración.
En dicho instituto, la clase trabajadora podrá formar parte de la administración de los fondos de pensiones; y se acabara de una vez por todas con el actual sistema privado que únicamente ha beneficiado a los dueños de las Administradoras de los Fondos de Pensiones que año con año engordan sus ganancias con sumas de hasta $110, 638,518 o más en concepto de comisión por administración.
El actual
sistema de pensiones no permite que los trabajadores que están por jubilarse
puedan gozar de una pensión digna que garantice su vejez en condiciones de vida
apropiadas. De la misma forma es un sistema excluyente en el que solo se
encuentra cotizando el 24% de la Población Económicamente Activa, de esta
población un reducido número de cotizantes lograra reunir los requisitos para
pensionarse, y tiene que conformarse con una pensión miserable que solo
sirve para unos cuantos años, si al caso.
La
Coordinadora Sindical Salvadoreña impulsa la creación del Instituto Autónomo de
Previsión Social (IAPS), propuesta que es de conocimiento público y ha sido
entregada a la Comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa, desde el
2016, pero hasta el momento no se ha tenido ninguna respuesta, por el
contrario ha sido invisibilizada, por lo que hoy estamos exigiendo y entregando
nuevamente la propuesta a la Asamblea Legislativa ya que consideramos que es la
única alternativa viable por parte de la clase trabajadora para acabar con las
AFP´s.
La propuesta
plantea una solución real al problema y no una solución superficial como la que
propone el gobierno, la empresa privada y otros sectores incluso de
trabajadores, que ven en la previsión social un negocio muy lucrativo que temen
perder; o como una caja chica a disposición del gobierno para resolver su
crisis fiscal.
La propuesta
plantea volver al sistema solidario, en el que los trabajadores de hoy, ayuden
a los que se jubilen mañana, que el Estado en lugar de saquear los fondos de
pensiones contribuya presupuestariamente para fortalecerlo, y la patronal
estará obligado a pagar la parte que le corresponda, con implicaciones
judiciales si no cumple.
Se terminara
con la enorme desigualdad que existe en el sistema privado en el que, por
ejemplo una trabajadora de maquila (industria textil), o cualquier otro
trabajador/a que gane sueldo mínimo después de 25 años de cotización, y 55 o 60
años de edad de jubilación apenas logra una pensión programada en base a sus
ahorros de $207.60, mientras que los altos funcionarios reciben pensiones de
$5, 000,00 y $12, 000,00 mensuales.
De la misma forma el sistema que proponemos
debe regirse por los principios de igualdad y universalidad; libertad,
transparencia y eficiencia con esto todos los sectores de trabajadores
(manuales e intelectuales del campo y la ciudad del sector público, privado o
por cuenta propia) podrán afiliarse para cotizar en el IAPS y gozaran del
derecho a una pensión digna y vitalicia sin discriminación, los ahorros
pertenecerán a los cotizantes y los únicos que pueden disponer de esos fondo
serán los cotizantes, ya que será un Consejo Administrativo integrado por
representantes de los trabajadores de los diferentes sectores, quienes
decidirán sobre esos fondos.
El sistema de pensiones IAPS tiene como principio fundamental el derecho de los trabajadores y trabajadoras, establecido en artículo 1o de la Constitución de la República: “se reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado”…y debe “asegurar a los habitantes de la República, el goce de la libertad, salud, la cultura, el bienestar económico y Justicia Social”.
El sistema de pensiones IAPS tiene como principio fundamental el derecho de los trabajadores y trabajadoras, establecido en artículo 1o de la Constitución de la República: “se reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado”…y debe “asegurar a los habitantes de la República, el goce de la libertad, salud, la cultura, el bienestar económico y Justicia Social”.
El IAPS debe
ser una entidad de carácter autónomo, en el sentido de que las contribuciones o
cotizaciones de los trabajadores y trabajadoras puedan destinarse a esta institución
tomando en cuenta el Artículo 225
de la Constitución de la República y
relacionado con el Articulo 228 que
establece: “ninguna suma podrá comprometerse o abonarse con cargo a fondos públicos,
sino es dentro de las limitaciones de
un crédito presupuestario”… “Habrá una ley especial que regulará las
subvenciones, pensiones y jubilaciones que afecten los fondos públicos”.
Art.
50. “La seguridad social constituye un
servicio público de carácter obligatorio…al pago de la
seguridad social contribuirán los patronos, los trabajadores y el Estado en la
forma y cuantía que determine la ley”.
Nuestra
propuesta también exige:
1.
Terminar
con la zona de privilegios, tales como pensiones vitalicias de $5,000.00 a
$12,000.00 mesuales de ministros, diputados, magistrados, vicepresidentes,
presidentes, etc., reduciéndolas a una pensión máxima de $1,500.00 que representaría
un ahorro de $24,000,000.00 al año.
2.
Distribuir
el 1% del presupuesto anual de la Asamblea Legislativa y CSJ en el fondo común
del IAPS, equivalente a $3, 229,854.20.
3.
Distribución
de la Deuda Política equivalente a $18, 137,754.00 para invertirlo en los
fondos del IAPS.
4.
Creación,
Aprobación y Aplicación del impuesto al Patrimonio para el fondo común del IAPS,
equivalente a $120, 000,000.00 anuales.
5.
Aporte del
Estado, de conformidad a los Art. 228, 225 y relacionado con el Art. 50, todos
de la Constitución de la República de El Salvador, que será de $400, 000,000.00
anuales.
6.
Distribución
y Aporte del 50% de los Gastos Reservados de la Presidencia, al Fondo Común del
IAPS, equivalente a $55,000,000.00 anuales.
7.
Eliminar
la comisión por administración de las AFP´s, ahorrándonos $110, 638,518.10
anuales.
8.
Ampliación
de cobertura a los sectores: Trabajadores por cuenta propia, profesionales, agrícola,
trabajadores en el exterior, oficios varios, público, privado y autónomo que aportarían
un aproximado de $61, 000,000.00 anuales, inicialmente.
Finalmente el objetivo es
poner en marcha una Institución Autónoma,
que sea la especialista en la Seguridad
Social, que supere todas las limitaciones que tiene en la
actualidad el sistema de pensiones.
En todo lo
anterior hemos expuesto de manera general una problemática que golpea a las
presentes y futuras generaciones de trabajadores. Sin embargo, no podemos terminar
nuestro análisis sin decir que nuestra lucha debe necesariamente confrontar al
sistema capitalista, su modelo neoliberal, sus raíces, su estructura económica
para poder resolver nuestros problemas.
Es primordial
cambiar nuestras perspectivas con respecto a la profunda crisis que vive el
sistema capitalista, en su fase imperialista, hacia los problemas agravados que
se le imponen a las masas trabajadoras. Todo ello debemos transformarlo, ya que
constituye una oportunidad para:
a) Que como clase explotada comprendamos cuales nuestras verdaderas fuerzas, organicemos nuestras propias luchas, establezcamos nuestras propias prioridades y necesidades.
a) Que como clase explotada comprendamos cuales nuestras verdaderas fuerzas, organicemos nuestras propias luchas, establezcamos nuestras propias prioridades y necesidades.
b) Que
comprendamos que el sistema capitalista tiene límites que pueden ser superados
con nuestra lucha.
c) La
reorganización del movimiento obrero, campesino, estudiantil, de pueblos
originarios, de mujeres, de jóvenes, entre otros.
d) Elaborar
una táctica común, una lucha conjunta, no solo en los puntos en los que existe
concordancia sino con las miras de derrocar el poder del capital.
e) Comprender
que la actual “guerra” llevada a cabo por
el capital contra los trabajadores no
sólo es económica y no meramente con fines de una mayor y más profunda
explotación de fuerza laboral, es una guerra generalizada, ideológica,
política, cultural, social y ambiental.
f)
Prepararnos ideológica, política y organizativamente para duras luchas.
g) Forjar la unidad de toda la clase trabajadora.
g) Forjar la unidad de toda la clase trabajadora.
“Por la construcción de una tendencia clasista en el seno del
movimiento obrero”
“De la dispersión, a la unidad de la clase trabajadora”
¡LARGA Y DIGNA VIDA PARA LOS Pensionistas y Jubilados!
¡Osar luchar, Osar Vencer!
¡SEGUIMOS CONSTRUYENDO PODER POPULAR!...
“De la dispersión, a la unidad de la clase trabajadora”
¡LARGA Y DIGNA VIDA PARA LOS Pensionistas y Jubilados!
¡Osar luchar, Osar Vencer!
¡SEGUIMOS CONSTRUYENDO PODER POPULAR!...
¡VIVA LA COORDINADORA SINDICAL SALVADOREÑA!...
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