I.
Contexto
histórico del surgimiento de las FPL
Hace cincuenta años, el Primero de abril de 1970, siete
revolucionarios, encabezados por Salvador Cayetano Carpio, decidieron fundar
una organización político militar, que dos años después, el 16 de agosto de
1972, se denominaría Fuerzas Populares de Liberación-FPL-Farabundo Martí, lo que
fue publicado en la primera edición de El REBELDE.
El contexto del surgimiento de las FPL se remonta al hecho
histórico del triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959, que vino a
demostrar la validez de la lucha armada para derrotar a las dictaduras en
América Latina. Esta situación generó una intensa lucha ideológica, teórica y
práctica en el seno del Partido Comunista, entre los revolucionarios que
abogaban por la lucha armada y los conservadores que optaban por la lucha
electoral, como camino para generar los cambios estructurales para superar la
situación de miseria en que vivía la mayoría de salvadoreños. Durante diez
años, los revolucionarios trataron de enderezar la dirección del Partido
Comunista, sin conseguirlo. En 1969, estalló la guerra con Honduras, lo que
provocó el quiebre del Mercado Común Centroamericano y un éxodo de los
salvadoreños que vivían en el país vecino, que trajo como consecuencia la
agudización de la crisis económica y política en El Salvador.
Por otro lado, la dirección conservadora de dicho partido,
decidió respaldar públicamente al gobierno de Sánchez Hernández en la guerra
contra Honduras, convirtiéndose en el detonante para concluir que en el Partido
Comunista no había posibilidad alguna de cambio, y que permanecer en él, era
traicionar al pueblo, por lo que el grupo obrero encabezado por Salvador
Cayetano Carpio, renunció al PCS en marzo de 1970. Junto a Carpio renunciaron
el secretario General de la FUSS, José Dimas Alas y el dirigente del sindicato
de la construcción, Ernesto Morales Sandoval.
II.
Surgimiento
de las Fuerzas Populares de Liberación FPL Farabundo Martí
El primero de abril de 1970, después de renunciar al
Partido Comunista de El Salvador, Salvador Cayetano
Carpio-Marcial, José Dimas Alas- Ramiro, Ernesto Morales
Sandoval-Omar, Luis Napoleón BarahonaBenito Vivar, Salvador Moncada Seidner,
Salvador Menéndez Linares y Roberto Vargas se reunieron con el propósito de
crear una organización político militar con una estrategia de toma del poder para
hacer los cambios revolucionarios que el país necesitaba para favorecer a las
mayorías populares.
El
primer Comando Central se formó en 1972, el cual fue integrado por los
compañeros Salvador Cayetano Carpio como Primer Responsable, José Dimas Alas
“Ramiro” que era prácticamente el segundo al mando y los Jefes de Comandos
Urbanos, Ernesto Morales “Omar”, Felipe Peña “Ignacio”, “Rómulo” y “Ernesto
Campos”.
Los primeros Comandos Urbanos que se integraron Fueron
apoyados por compañeros que se incorporaron a los Grupos de Apoyo
político-militar.
La nueva organización, asumió desde su inicio una
estrategia de Guerra Popular Prolongada –GPP, desarrollada por la organización
partidaria de vanguardia, el instrumento de la lucha armada y los instrumentos
de lucha política. El gran reto que se impuso ésta nueva organización fue
demostrar que la lucha armada, era el único camino que le quedaba al pueblo
para acceder al poder.
III.
Las primeras
acciones armadas y los primeros guerrilleros revolucionarios caídos en combate.
Consecuentes con la estrategia planteada, con los
principios de ir de lo simple a lo complejo y de valerse por sus propios
medios, los fundadores y sus colaboradores iniciaron este camino en condiciones
muy difíciles, enfrentando la persecución de los cuerpos policiales estimulada
por las delaciones de sus ex compañeros del Partido Comunista, y pronto la
lucha revolucionaria se vio abonada con los primeros combatientes caídos: el
primer guerrillero que honró la consigna de ¡REVOLUCIÓN O MUERTE, EL PUEBLO
ARMADO VENCERA! fue Mauricio González Domínguez – Antonio, que cayó combatiendo
en Los Planes de Renderos, el 4 de abril de 1971, y donde también fueron
aniquilados dos guardias nacionales por el comando de Antonio. En marzo de
1972, ofrendaron sus vidas Vladimir Umaña Santamaría-Ferrum- y Sergio Orellana
Acosta-Carlos. En agosto de 1972, se realizó una campaña de acciones
guerrilleras con la colocación de bombas a la Embajada de Argentina en el
centro de San Salvador en protesta por la masacre de Trelew, y donde se dio a
conocer el nombre adoptado por la organización guerrillera en la primera
edición de El Rebelde: Fuerzas Populares de Liberación FPL Farabundo Martí. En
febrero de 1973 cayeron en combate José Dimas Alas-Ramiro y Ernesto Morales Sandoval-Omar;
En agosto de 1974, abonaron con su sangre la lucha revolucionaria, Ernesto
Ávalos-Alberto y Alejandro David Ramírez Acosta-Juan Sebastián; Felipe Peña
Mendoza-Nacho y Gloria Palacios Chong cayeron combatiendo en agosto de 1975 y
Clara Elizabeth Ramírez-Eva, Alejandro Solano-Chico y Andrés Torres
Sánchez-Toño, en octubre de 1976.
IV.
El
desarrollo de la línea política de organización popular.
Una de las fortalezas más importantes de las FPL, radicó en
el estrecho vínculo social, que articuló con la construcción de una
organización popular combativa. En este
marco, en julio de 1971, bajo la bandera de ANDES 21 DE JUNIO, y con el
liderazgo de Mélida Anaya Montes, Mario González Medrano, Luis Armando Genovés,
Inesita Dimas y Gladis Cristina Colato, el magisterio lanzó la segunda gran
batalla que duró 55 días. En esta jornada de lucha fueron asesinados por los
cuerpos represivos de la tiranía militar fascistoide, los maestros Buenaventura
Arias y Francisco Hernández Urbina
En 1974, el sector campesino, bajo la inspiración de la
Teología de la Liberación primero, y complementada con la influencia de las
FPL, la Federación Cristiana de Campesinos Salvadoreños-FECCAS, experimentó un
fortalecimiento de la organización en la zona de Aguilares, El Paisnal,
Suchitoto y Cinquera, surgieron grandes líderes campesinos como el legendario
Apolinario “Polín” Serrano, Patricia Puertas, Juan Méndez, Marciano Meléndez,
Numas Escobar, Félix García, Cirilo García, Gabina Dubón, Juan Recinos y José
López. El esfuerzo organizativo se extendió hasta el departamento de San
Vicente, concentrándose en la zona de Tecoluca, donde surgió, la Unión de
Trabajadores del Campo-UTC, con destacados líderes campesinos como Pablo Anaya,
Antonio Rodríguez, Alfredo Panameño, Luis Mejía, Manuel Belloso, Víctor Manuel
Hernández, Leoncio Hernández, Francisca Clímaco, Nicolás Muñoz, Félix Morataya,
Francisco Alfaro Sánchez, Nicolás García, Rafael y Fernando Barrera, Rosita
Cornejo, Carlos Ildefonso Castillo, y el sacerdote David Rodríguez.
En el oriente del departamento de Chalatenango, la
organización campesina surgió también con la UTC, donde surgieron dirigentes
como el recordado y querido líder campesino Justo Mejía, la extraordinaria
líder natural María Ofelia Navarrete -María Chichilco-, Ernesto Menjívar,
Gerardo Dubón, Ovidio López y Facundo Guardado.
En el sector estudiantil, en la Universidad de El Salvador,
las FPL promovieron en 1974, la creación de la organización Universitarios
Revolucionarios 19 de Julio - UR-19, que desarrolló una intensa lucha para
desplazar la influencia conservadora del Partido Comunista de la Universidad de
El Salvador. Los líderes fundadores de este movimiento fueron Atilio Montalvo,
Medardo González, Carlos Fonseca y Armando Flores. Con los estudiantes de
secundaria, promovió el surgimiento del Movimiento Estudiantil Revolucionario
de Secundaria-MERS, y su lanzamiento oficial fue en enero de 1975. Entre sus
fundadores podemos mencionar a Jorge Escoto, Agustín Najarro, Dinora Martínez
Tobar, Hugo Cruz, Mauricio Lizama y Walter Huguet, entre otros.
En 1975, la fuerza del movimiento estudiantil universitario
logro niveles de combatividad que, para contenerlo, el gobierno recurrió
nuevamente a su política criminal, masacrando el 30 de julio a un grupo de
estudiantes, entre los cuales estaba Carlos Fonseca. Después de la masacre
estudiantil, el 5 de agosto de 1975, cinco organizaciones ocupantes de la
Catedral Metropolitana de San Salvador, constituyeron el Bloque Popular
Revolucionario-BPR: FECCAS, UTC, ANDES 21 DE JUNIO, MERS y UR-19.
Al BPR se fueron integrando otras organizaciones como la
Unión de Pobladores de Tugurios-UPT, las Fuerzas Universitarias
Revolucionarias-FUR-30, el Comité Coordinador de Sindicatos-CCS y el Movimiento
de la Cultura Popular-MCP, y en poco tiempo se convirtió en un poderoso frente
de masas, sin precedentes en la historia de lucha popular de América Latina. La
lucha campesina imprimió una nueva dinámica a las luchas populares. Las calles
de San Salvador se estremecieron al escuchar las voces campesinas que reclamaban
“once colones, arroz, tortillas y frijoles” en las cortas de café. En 1976, surgió
la Federación de Trabajadores del CAMPO-FTC, producto de una alianza
estratégica entre la UTC y FECCAS, y su primer Secretario General fue el
extraordinario líder campesino Apolinario Serrano, POLIN.
El avance de la lucha popular tuvo como respuesta un
incremento acelerado de la represión. En los años 1974 y 1975, la tiranía
militar desató su política represiva contra las comunidades organizadas de la
zona paracentral: las masacres de
Chinamequita, Tres Calles y La Cayetana. En ese mismo marco de represión, el 12
de marzo de 1977, fue asesinado al Padre Rutilio Grande y sus dos acompañantes.
El 9 de noviembre de 1977, la Guardia Nacional, asesinó al líder campesino de Chalatenango, Justo Mejía,
Secretario General de la UTC y miembro de la Dirección Ejecutiva Nacional del
BPR; el 2 de septiembre de 1978, fue asesinado por escuadrones de la muerte el
dirigente obrero José Guillermo Rivas; El 26 de septiembre de 1979, fueron
asesinados frente al cuartel de caballería en San Andrés, los dirigentes
campesinos del BPR, Apolinario Serrano-Polín, Patricia Puertas, José López y
Félix García y el 27 de noviembre de 1980, Fueron secuestraron y asesinados los
miembros del Consejo Ejecutivo del FDR, entre los asesinados se encontraban los
miembros de las FPL, Juan chacón, Doroteo Hernández y Enrique Álvarez Córdova.
Debido a la represión generalizada del régimen, las
organizaciones sociales fortalecieron sus estructuras de autodefensa de las
masas y las milicias populares con lo que, la estratégica de GPP salió
fortalecida.
V. La estrategia de guerra popular incrementó la lucha popular urbana
La política criminal de la tiranía militar, lejos de
contener la lucha, la incrementó. El 10 de noviembre de 1977, el BPR realizó
una de las acciones combativas de masas más audaces de la lucha popular en El
Salvador; la acción consistió en la toma de las instalaciones del Ministerio de
Trabajo, retuvieron al Ministro de Trabajo y al Ministro de Economía, como
garantía para la seguridad de los participantes y para negociar las demandas planteadas.
El 12 de ese mismo mes fueron desalojadas las instalaciones, después de lograr
una gran victoria, al ser aceptadas las demandas de los ocupantes del
ministerio.
A partir de esa acción heroica, la lucha se incrementó con
huelgas obreras conducidas por el Comité coordinador de Sindicatos José
Guillermo Rivas, tomas de tierra, tomas de embajadas y Catedral Metropolitana,
movilizaciones, culminando con la jornada MAYO HEROICO, por la libertad de los
presos políticos, lo que puso al régimen en una profunda crisis, que quiso
superar con un golpe de Estado en octubre de 1979.
VI.
La
estrategia contrainsurgente de “quitarle el agua al pez”.
La junta de gobierno surgida del golpe de Estado, comenzó a implementar la política de
asesinatos masivos en las ciudades y de tierra arrasada en el campo, en el
marco de la estrategia de quitarle el agua al pez, que consistía en acciones de
exterminio de comunidades enteras, como un método para eliminar a la población
de las zonas rurales para frenar la organización popular. Es en este contexto
que el ejército ejecutó en Chalatenango las matanzas del río Sumpul en 1980,
donde fueron asesinadas más de 600 personas de la población civil, las masacres de Nueva Trinidad, El Higueral y la de
la guinda de mayo en Chaltenango; la de Tenango y Guadalupe, Copapayo en
Cuscatlán; la del Rio Lempa y Santa Cruz en Cabañas; la de la Campana y La
Pita, Llano de la Raya, Las Milpas, El Calabozo, Rio Guajoyo, El Aceituno, el
Masacrón y el Botadero en San Vicente; la de Rio El Cumbo y El Pajal en La Paz
y la del Aceituno en Usuluán, entre muchas más que se dieron en todo el
país.
VII. La nueva etapa de la guerra.
Pero la política criminal del régimen, no contuvo la lucha
del pueblo. En 1980, las FPL y otras tres organizaciones político-militares y
un partido político, decidieron conformar el Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional-FMLN. Por su parte las organizaciones populares conformaron
la Coordinadora Revolucionaria de masas.
El 10 de enero de 1981, el FMLN paso a superiores niveles
de la guerra, con una ofensiva militar en todo el país y atacó varios cuarteles
y puestos militares. Las FPL participaron con sus fuerzas militares en el gran
San Salvador, Chalatenango, Cabañas, Cuscatlán, La Paz, San Vicente, Usulután,
y Santa Ana. sin embargo, las expectativas no se lograron, pero abrió espacios
para el surgimiento de las zonas de control revolucionario, donde las FPL
quedaron posesionadas con sus fuerzas militares en el nororiente de
Chalatenango, el Frente Norte Apolinario Serrano, considerada la retaguardia
estratégica; en Cabañas, Cuscatlán y norte de San Salvador, Frente Central
Felipe Peña Mendoza; en la zona metropolitana del gran San Salvador, Frente
Clara Elizabeth Ramírez; en La Paz y San Vicente, Frente Paracentral José
Roberto Sabrían; en Usulután, Frente Oriental Isaac Aguilar Flor y en el
oriente de San Ana, el Frente Occidental Feliciano Ama.
El 15 de octubre de 1981, mientras se desarrollaba un
operativo enemigo en La Montañona, Chalatenango, las fuerzas guerrilleras de
las FPL dinamitaron el Puente de Oro, dejando incomunicada la parte occidental
y central, con la zona suroriental del país. Cinco días después, el régimen
duartista inició un operativo militar de tierra arrasada para castigar a la
población civil en La Quesera, en los alrededores del destruido Puente de Oro.
Por otro lado, la brutal represión del régimen llenó las
cárceles salvadoreñas de presos políticos-Santa Tecla, Cárcel de Mujeres-, los
que, posteriormente se organizaron y formaron el Comité de Presos Políticos de
El Salvador-COPPES, al que llamaron el “Quinto Frente”. Esta situación provocó
en 1981, el surgimiento del Comité Pro Libertad de Presos, Desaparecidos y
Asesinados Políticos, que posteriormente, en 1983, adoptó el nombre de Comité
de Familiares Pro Libertad de Presos y Desaparecidos Políticos de El
SalvadorCODEFAM Marianela García Villas.
Una estrategia que fortaleció la lucha popular fue la
acción político diplomática y de solidaridad en el exterior, las FPL tejieron
una amplia red de solidaridad en los Estados Unidos que promovió la creación de
CISPES, respaldaba campañas de donaciones para ayuda humanitaria de NEST,
MEDICAL AID y SHARE y la creación del movimiento santuario donde participó el
sacerdote Trinidad de Jesús Nieto, para proteger indocumentados que llegaban
huyendo del terror de la tiranía militar en El Salvador. A nivel de solidaridad
las FPL desarrollaron un amplio trabajo también en Europa. En el campo
diplomático, las FPL tenía a Rafael Moreno como observador en la ONU, en
representación del Servicio Universitario Mundial-SUM.
En enero de 1982, las FPL iniciaron la campaña de limpieza
de puestos y posiciones militares del enemigo para ampliar las zonas de control
revolucionario que culminó con el ataque de aniquilamiento y requisa al cuartel
modelo de la contrainsurgencia en El Salvador, la Cuarta Brigada de Infantería,
ubicada en El Paraíso, Chalatenango. Esta fulminante operación, fue la más
grande y exitosa realizada en toda la guerra. Con esta campaña exitosa, la FPL
tomaron control de gran parte del territorio en el oriente de Chalatenango,
Cabañas, Cuscatlán, San Vicente, La Paz y Usulután.
VIII. La Ofensiva hasta el tope y Los Acuerdos de Paz
A principios de 1988 se inició la más grande operación
logística que aseguró el traslado de gran cantidad de armamento hacia las zonas
de control de las FPL en los frentes de guerra, que vino a fortalecer aún más
el accionar guerrillero. En diciembre de 1988, se realizó en la Plaza de San
José Las Flores, una imponente parada militar, donde participaron alrededor de
mil combatientes guerrilleros de las FPL, donde el Comandante Dimas Rodríguez
pronunció una arenga militar, con el propósito de elevar la moral de los
combatientes y de la población civil de la retaguardia estratégica de las FPL
en Chalatenango, de cara a la preparación de la ofensiva estratégica.
En julio de 1989, antes de la ofensiva de noviembre, los
Comandos del Norte, presentados por el COPREFA como invencibles incursionaron
en las zonas de control de las FPL, donde la guerrilla aniquiló al grueso de
las tropas y pusieron en estampida el resto, por lomas y veredas, hacia la
cabecera departamental. Fue el fin de los invencibles Comandos del Norte.
El 11 de noviembre de 1989, a las ocho de la noche, el FMLN
inició la mayor ofensiva militar de toda la guerra. Las FPL atacaron posiciones
enemigas en San Salvador y los cuarteles de Zacatecoluca, San Vicente y
posiciones militares en los departamentos de Chalatenango; el 21 de noviembre,
las Fuerzas Especiales Selectas de las FPL, junto a comandos urbanos del ERP y
las FAL, se tomaron el Hotel Sheraton, donde quedaron atrapados, doce asesores
militares gringos y el Secretario General de la OEA, Joao Baena Soares.. El
mando guerrillero organizó la evacuación de todos los que estaban atrapados en
el hotel.
Después de la toma del Sheraton, las fuerzas guerrilleras
de las FPL se retiraron a las faldas del volcán
Quezaltepeque, también conocido como volcán de San Salvador, con la idea
de reorganizar una nueva entrada a San Salvador, pero lamentablemente, mientras
estaban en las faldas del volcán, una bala disparada por un avión A-37 terminó
con la vida del Comandante Dimas Rodríguez.
Dimas Rodríguez, cuyo nombre era Nicolás Hernán Solórzano, fue el más
grande estratega político militar de las FPL, durante la Guerra Popular que
inició en la década de los 70 y culminó en 1992 con los Acuerdos de Paz.
El 11 de abril de 1990, las FPL sufrieron otro sensible
golpe, cuando el mando de la Sub Zona Uno de Chalatenango fue emboscado por
soldados del Batallón Atlactatl en el Cantón El Zapote, jurisdicción de Nueva
Trinidad, donde murieron 15 compañeros y compañeras, entre ellos el Jefe del
Comité Zonal de Chalatenango, Comandante Jesús Rojas.
La ofensiva del 89, dio un importante impulso al proceso de
diálogo y negociación entre el FMLN y el gobierno, que culminó con los Acuerdos
de Paz, firmados el 16 de enero de 1992, en la ciudad de México. Después de
dichos acuerdos, Las FPL realizaron su Congreso final el 9 de diciembre de
1995, con el propósito de que sus militantes se integraran plenamente al FMLN
para promover su democratización, renovación y unificación; para este fin
acordó disolver las estructuras partidarias existentes.
IX. Retos y
desafíos pendientes.
Durante los años 86,87,88.89 y 90, sucedieron
acontecimientos terribles en el Frente Paracentral José Roberto Sibrián, de las
FPL, protagonizados por el Jefe del Frente, Mayo Sibrián, quien ejecutó una
sistemática cacería de brujas que se extendió a la población civil de las
comunidades de la zona, en busca de “Traidores e infiltrados”, y que devino en
una matanza de más de mil compañeros y compañeras, acusados por la deformada y
enfermiza visión de la práctica pseudo revolucionaria de Mayo, sin que la
dirección de las FPL hicieran nada por frenar tan deplorable actuación. Después de una obligada
investigación, Mayo Sibrián, fue sometido a un juicio, que lo declaró culpable
por los crímenes cometidos, por lo que fue ajusticiado.
Remontándonos a 1983, mientras los revolucionarios
salvadoreños asombraban al mundo con sus grandes victorias militares en los
frentes de guerra y ponían en situación crítica a la dictadura militar con
fachada civil; en el exterior, los políticos intrigaban y conspiraban para
realizar un viraje estratégico en la lucha popular revolucionaria.
Las noticias del asesinato en
Managua de la Comandante Ana María, y el cuestionable suicidio de Marcial en
abril de 1983, fueron utilizados para apartar del camino al fundador, e iniciar
un viraje en la Comisión Política de las FPL.
Estos hechos lamentables requieren por sanidad histórica,
sean aclarados plenamente, ya que dejaron una estela de dudas por la forma poco
clara como fueron tratados; lo cual representa un desafío para la Justicia
Salvadoreña.
En el 2001, A partir del escandaloso fraude de las
elecciones internas, mediante el cual, la camarilla del Partido Comunista,
junto a los cooptados de las FPL, principalmente Salvador Sánchez Cerén,
Medardo González y Lorena Peña, asaltaron las estructuras del partido fmln, con
el propósito de sustituir el proyecto revolucionario, por el que murieron miles
de patriotas, por un proyecto de poder, donde los únicos beneficiados son los
miembros de la camarilla encabezada por Ramiro Vásquez. Esto represento un
viraje radical de visión de los principales niveles de dirección de las FPL,
los cuales no eran ajenos al rumbo del
partido político fmln.
Es de reconocer y lamentar que al celebrar el 50
aniversario de las FPL, el partido fmln, que accedió al poder durante 10 años,
desde donde pudo generar cambios estructurales importantes en favor de las
grandes mayoría, no lo hizo, por tanto, las causas que originaron la histórica
lucha de las FPL, aún siguen vigentes y el pueblo salvadoreño sigue padeciendo
niveles escandalosos de pobreza. Es también lamentable, que muchos dirigentes
históricos de las FPL fueron parte de la dirección máxima e intermedia del
fmln, y por ende, parte de la descomposición político-ideológica que generan
las mieles del poder, pues se olvidaron de la verdadera visión y misión de la lucha
revolucionaria, y más bien, se sirvieron del proceso para fines personales y
acumular riquezas económicas y poder. Es por ello que la deuda de cambios sigue
vigente, con la esperanza que las nuevas generaciones de jóvenes retomen una
nueva iniciativa de lucha revolucionaria, para devolverle la esperanza al
pueblo.
Como veteranas y veteranos de guerra del FMLN HISTORICO,
repudiamos a todos los traidores que le robaron la esperanza al pueblo, y los
sentenciamos al escarnio histórico con la seguridad de que el pueblo ¡NO LOS
ABSOLVERA!
Junta Directiva Nacional de ASALVEG
San
Salvador, 1 de abril de 2020.